La ciudad capital alcanza su límite de suelo disponible para la construcción de vivienda, pasando de 8.050 hectáreas disponibles en el año 2.000, a 1.334 hectáreas a la actualidad. Dichas hectáreas corresponden a terrenos periféricos (Suba, Usme, Bosa y Kennedy) donde se han venido construyendo macro-urbanizaciones y donde también se tenían proyectos de Planes de Ordenamiento Zonal que no se han desarrollado.
Se debe tener en cuenta que al suelo efectivo se le excluyeron las áreas afectadas por vías y equipamientos, áreas licenciadas, etc. Además, que de las hectáreas restantes, 667 corresponden a los Planes de Ordenamiento Zonal previamente mencionados.